1) Analiza tus ingresos: Calcula tu ingreso mensual, resta los gastos y determina cuánto puedes destinar al ahorro.
2) Evita más deudas: No adquieras nuevas deudas, a menos que sea para consolidar y reducir pagos. Elimina gastos innecesarios para aumentar tu liquidez.
3) Recorta gastos: Revisa consumos de luz, agua y celular. Compra a granel y marcas genéricas en el supermercado para ahorrar sin sacrificar calidad.
4) Enfócate en una deuda: Concentra tus esfuerzos en pagar una deuda por completo, mientras mantienes pagos mínimos en las demás. Esto te motivará al ver el progreso.
5) Considera los intereses: Paga tus deudas lo más rápido posible para evitar pagar más intereses. Prioriza aquellas con tasas más altas.
6) Consolidación de deudas: Busca opciones con intereses más bajos para consolidar tus deudas existentes y mejorar tu flujo de dinero mensual.
7) Evita la “bola de nieve”: No adquieras nuevas deudas ni postergues pagos. Abona el dinero destinado a una deuda a otra una vez que la saldes.
8) Crea un fondo de emergencia: Destina un monto para ahorrar regularmente, sin importar su tamaño. Considera invertirlo en un Certificado de Depósito a Plazo Fijo (DPF).